¿Necesito terapia?
Es una de las preguntas más frecuentes y también una de las más difíciles de responder.
Muchas personas no acuden al psicólogo porque creen que su problema “no es tan grave”, que “podrían estar peor” o que “ya se les pasará”. Sin embargo, la necesidad de hacer terapia no siempre se manifiesta con una crisis evidente. A veces es una incomodidad persistente, una tristeza inexplicable o una sensación de estar desconectado/a de uno mismo/a.
Si te estás haciendo esta pregunta, quizás ya estás escuchando una parte de ti que pide ser atendida. Porque preguntarte si necesitas ayuda psicológica ya es, en sí, un primer paso hacia el cuidado emocional.