Todas las relaciones pasan por momentos de dificultad. A veces cuesta comunicarse, otras veces duele el silencio. Quizá os sentís desconectados, atrapados en discusiones repetidas o simplemente ya no os reconocéis en lo que compartís.
Aquí no se trata de buscar culpables, sino de entender. De escuchar con el corazón, sin juicio. La terapia de pareja no es un último recurso, es una oportunidad: para aprender a hablar desde el respeto, reconectar con lo que un día os unió y construir juntos una nueva forma de estar en pareja.
Mi labor no es deciros qué hacer, sino acompañaros a descubrir vuestras propias respuestas, desde una mirada respetuosa y segura. Porque cuando hay voluntad y cuidado, toda relación puede reencontrar su equilibrio.
Si estáis dispuestos a mirar hacia dentro, con honestidad y calma, este puede ser vuestro primer paso hacia una relación más consciente y auténtica.